Ayer de madrugada recibí una horrible noticia...la mamá de unos amigos falleció...eran las 4 am aprox. cuando me avisaron...no pude dormir más...
Una pérdida tan repentina no es fácil de asumir...no hay palabras...frases hiladas con palabras rebuscadas...que puedan calmar ese dolor tan profundo que se siente en ese momento... Yo pasé por eso hace unos años atrás...mi mamá murió...un 25 de Junio de 1999...un día después de mi cumpleaños... ella estaba enferma...tuve tiempo para prepararme...para preguntarle a Dios algunas cosas...para conversar con mi mamá... eso me dejó mas tranquilo. No pasó lo mismo con mis amigos... ellos no tuvieron esa oportunidad. Ayer pude estar en el velatorio... pero...no pude acercarme a ellos... no me atreví... solo quize estar ahí... me recordé de mi experiencia... y solo el hecho de ver a los amigos,compañeros,hermanos, me sentía bien...acompañado...querido. Solo estuve allí...si decir nada.
La muerte ha sido muy frecuente este tiempo...mi suegra falleció hace un poco más de un mes. Uno aprende cada vez más acerca de ella...aprende a no temerle...es un paso más...la última barrera...el ultimo obstáculo...es el fin del ciclo de nuestro paso por la tierra...pero lo más importante; VEREMOS CARA A CARA A DIOS.
Esa es nuestra esperanza, la pena queda...la pena de la separación, se echará de menos ... pero sabemos que la muerte es el principio de una ETERNIDAD CON DIOS.
"2 Corintios 5.1-10;
1 Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. 2 Pues en esta tienda gemimos deseando ser sobrevestidos de nuestra habitación celestial; 3 y aunque habremos de ser desvestidos, no seremos hallados desnudos. 4 Porque los que estamos en esta tienda gemimos agobiados, porque no quisiéramos ser desvestidos, sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Pues el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado la garantía del Espíritu. 6 Así vivimos, confiando siempre y comprendiendo que durante nuestra estancia en el cuerpo peregrinamos ausentes del Señor. 7 Porque andamos por fe, no por vista. 8 Pues confiamos y consideramos mejor estar ausentes del cuerpo, y estar presentes delante del Señor. 9 Por lo tanto, estemos presentes o ausentes, nuestro anhelo es serle agradables. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho por medio del cuerpo, sea bueno o malo."
otra vez la muerte...
viernes, septiembre 07, 2007
Publicadas por Juan Sepúlveda Medina a la/s 5:48 a. m.
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1 comentarios:
Es verdad...a veces no le tengo miedo a la muerte, creo que es un proceso, de princio a fin, de vida a muerte...
sin embargo, siento el mismo dolor...cuando ya no estan los seres queridos...
Uf...
es fuerte..
saludos
Rod.
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